ISSN: 2313-2868
Rev.peru.cienc.act.fis.deporte

La actividad física como terapia complementaria en las enfermedades de salud mental

Physical activity as a complementary therapy in mental health diseases

Pérez Tapia, Cristian¹

¹Profesor de Educación Física, Hospital San Pablo de Coquimbo, Chile.

Posgraduando, Magíster en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile.

ORCID iD: https://orcid.org/0000-0002-9633-6064

Revisión

Resumen

Objetivo: Dar respuesta a las preguntas que se infieren acerca de la actividad física como terapia complementaria para las personas con enfermedades de salud mental.

Metodología: El presente trabajo de investigación corresponde a una revisión narrativa, no sistemática, centrada en la literatura publicada en inglés durante el 2019 hasta el mes de septiembre. La estrategia de búsqueda fue la selección de investigaciones en las bases de datos: Pubmed, ScienceDirect y Google Scholar, utilizando las palabras claves: Actividad Física y Salud Mental; Ejercicio y Salud Mental; Enfermedad Mental y Ejercicio.  En total el autor seleccionó un total de 22 estudios.

Resultados: Se encontró evidencia suficiente acerca de los beneficios que tienen la actividad física y el ejercicio como factores protectores de las enfermedades no transmisibles y que forman parte del tratamiento no farmacológico de estas enfermedades.

Conclusión: La integración del ejercicio físico en la atención de salud mental podría mejorar las tasas de recuperación y reducir la carga de enfermedad y también podría permitir llegar a más pacientes y eliminar la carga de trabajo de los profesionales de la salud más rápidamente.

 

Palabras Claves: Trastornos Mentales, Actividad Física, Ejercicio.

 

 

Abstract

 

Objective: The main objective of this article is to answer the questions that are inferred about physical activity as a complementary therapy for people with mental health diseases.

Methodology: This research article corresponds to a non-systematic narrative review, focused on the literature published in English during 2019 until September of this year. The search strategy was the selection of research in the databases: Pubmed, ScienceDirect and Google Scholar, using the keywords: Physical Activity and Mental Health; Exercise and Mental Health; Mental Illness and Exercise. In total the author selected a total of 23 studies.

Results: Sufficient evidence was found about the benefits of physical activity and exercise as protective factors for noncommunicable diseases that are part of the non-pharmacological treatment of these diseases.

Conclusion: The integration of physical exercise into mental health care could improve recovery rates and reduce the burden of disease and could also allow more patients to reach and eliminate the workload of health professionals more quickly.

 

Keywords: Mental Disorders, Physical Activity, Exercise.

Recibido: 14-10-2019

Aceptado: 28-11-2019

 

 

Correspondencia: Cristian Pérez.

Calle Mata 115, Coquimbo, Cód. Postal 1780000.

 

Email: [email protected]

Introducción

Una revisión narrativa se define como un estudio bibliográfico en el que se recopila, analiza, sintetiza y discute la información publicada sobre un tema, que puede incluir un examen crítico del estado de los conocimientos reportados en la literatura1. El objetivo de una revisión narrativa es explorar, describir y discutir un determinado tema, de forma amplia, tomando en cuenta múltiples factores desde un punto de vista teórico y contextual2.

Mediante esta búsqueda de investigaciones se encontró evidencia suficiente acerca de los beneficios que tienen la actividad física y el ejercicio sobre los ámbitos físico, mental, cognitivo, y social3 como factores protectores de las enfermedades no transmisibles y que forman parte del tratamiento no farmacológico de estas enfermedades4. Al respecto, las revisiones sistemáticas han demostrado que la actividad física está asociada con una mayor salud mental y un menor riesgo de mala salud mental, específicamente depresión y ansiedad5. Otros estudios transversales han asociado sistemáticamente los altos niveles de actividad física habitual auto-informados con una mejor salud mental y han descrito una correlación entre el nivel de ejercicio habitual y la depresión leve (pero no la ansiedad) en adolescentes y personas mayores6. Asimismo, algunos autores hacen referencia a tres grandes estudios transversales, los cuales establecen que la actividad física es una estrategia que se recomienda a menudo para personas con enfermedades mentales, puesto que existe una fuerte relación entre la participación en actividades físicas con la salud mental7.

La adhesión a las intervenciones de actividad física es otro aspecto importante a considerar, dado que se requiere de una investigación adicional para maximizar los efectos beneficiosos potenciales que tienen este tipo de intervenciones hacia las personas con enfermedades mentales. Por tanto, la medición y el informe de participación en ensayos de actividad física mediante el uso de cuestionarios de auto-informe ayudan a interpretar los resultados, como también a identificar cuáles son las estrategias que aumentan su efectividad8. En este sentido, algunos investigadores concuerdan en que las personas que padecen alguna enfermedad de salud mental realizan considerablemente menos ejercicio y presentan conductas mucho más sedentarias que la población en general. Un meta-análisis reciente concluye que las personas con estas patologías practican significativamente menos actividades físicas moderadas y vigorosas, y además tienen una menor probabilidad de cumplir con las pautas de actividad física moderada y vigorosa recomendadas9.

Como tal, la actividad física se puede ver desde cuatro perspectivas diferentes con respecto a su contribución directa en la resolución de problemas de salud mental (ver Fig 1)10.

Otras observaciones resaltan que los estudios que han seguido las recomendaciones de salud pública, respecto a la intensidad y la duración de las intervenciones con ejercicios tienen más opciones de encontrar mejoras clínicas, que hacen del ejercicio una intervención prometedora para los trastornos mentales11.

Sobre el tratamiento con ejercicios, agregan que puede ser tan eficaz como el tratamiento farmacológico, inclusive en pacientes con trastornos resistentes a la terapia, dado que el ejercicio físico contribuye de manera importante a la mejora de los síntomas psiquiátricos, ya sea como complemento o de forma independiente12. Se observa que los programas de ejercicios complementarios, pueden ser comparables a otros tratamientos para enfermedades mentales graves y sugieren que el ejercicio para las poblaciones clínicas puede ser una opción de tratamiento eficaz para reducir sus cargas médicas y psiquiátricas13.

Es entonces que, para despejar estas interrogantes, el objetivo general de la presente revisión es dar respuesta las preguntas que se infieren acerca de la actividad física como terapia complementaria en las personas con enfermedades de salud mental y que son:

En cuanto a la prevención.

¿Puede el ejercicio prevenir el deterioro de la salud física en personas que padecen enfermedades mentales?

En cuanto al tratamiento.

¿El ejercicio puede mejorar la salud física de las personas que viven con enfermedades mentales?

¿El ejercicio puede mejorar la salud mental de las personas que viven con enfermedades mentales?

 

 

 

Figura №1. Perspectivas y su contribución a la resolución de problemas de salud mental.

Desarrollo de los temas

Los trastornos mentales son un importante tema de salud pública en todo el mundo14. Según lo anterior, se han investigado la actividad física y el ejercicio en el contexto de la prevención y el tratamiento de los trastornos mentales en las últimas décadas15.

Sobre los conceptos de actividad física y ejercicio, a menudo se usan indistintamente, aunque la actividad física hace referencia a movimientos corporales producidos por músculos esqueléticos que gastan energía3, mientras que el ejercicio es planificado, estructurado, repetitivo y con el propósito en el sentido de mejora o mantenimiento de uno o más componentes de la condición física16. En relación a la salud mental, el concepto de ejercicio es el que se utiliza más frecuentemente como término general, ya que abarca tanto la actividad física como el ejercicio cuando se toma en cuenta el efecto que tiene en la salud mental3, aunque en esencia es una subcategoría de la actividad física16. El concepto de salud mental, se define como un síndrome de síntomas de hedonia y funcionamiento positivo, operacionalizado mediante medidas de bienestar subjetivo: percepciones y evaluaciones de los individuos sobre su vida y la calidad de su funcionamiento en la vida17.

Respecto a los efectos que tiene la actividad física en los factores fisiológicos y psicológicos es que ha sido un área de interés para muchas investigaciones18, y mediante estudios epidemiológicos y estudios en población comunitaria se ha relacionado la actividad física con una salud mental positiva, dado que puede prevenir problemas de salud mental, predecir problemas de salud mental más adelante en la vida y mejorar la salud mental19. Por el contrario, se le presta menos atención a los efectos que tiene la actividad física sobre la salud mental, aunque estudios transversales como longitudinales han demostrado asociaciones positivas entre la actividad física y la salud mental3. De igual forma, algunos autores consideran que el resultado de la investigación en general, destaca que el ejercicio puede provocar muchos cambios fisiológicos que resultan en una mejora en el estado de ánimo, la autoestima y menores niveles de estrés y ansiedad16.

Métodos

La metodología corresponde a una revisión narrativa, no sistemática, centrada en artículos científicos publicados hasta el mes de septiembre del presente año. Los criterios de selección para incluir los estudios fueron: el año de publicación, también que fuesen artículos en idioma  inglés,  y que hayan sido obtenidos desde las bases de datos y motores de búsqueda Pubmed, ScienceDirect y Google Scholar, utilizando los términos: Actividad Física y Salud Mental (en inglés: Physical Activity and Mental Health); Ejercicio y Salud Mental (en inglés: Exercise and Mental Health); Enfermedad Mental y Ejercicio (en inglés: Mental Illness and Exercise) (ver Fig. 2).

La información recopilada se organizó en fichas bibliográficas, donde se sistematizó la información con los datos más relevantes de cada uno de los estudios que cumplían con los criterios de selección (N= 23). Posteriormente se elaboró una tabla la cual contiene el nombre del autor(es), el año de publicación (2019), el nombre de la publicación y las principales conclusiones traducidas al español, de cada una de las investigaciones.

Figura №2. Proceso con los pasos metodológicos de la revisión narrativa.

Resultados

Como se señala anteriormente en la metodología, los estudios seleccionados se ordenaron alfabéticamente de acuerdo al apellido de los autores(es), el nombre de la publicación (original en inglés), y por último sus principales conclusiones (traducidas al español) (ver Tabla №1).

De los datos arrojados por la tabla es posible inferir a modo general que, el ejercicio físico es una alternativa complementaria de tratamiento, viable, segura y de bajo costo, por lo cual se recomienda en este tipo de población dada su efectividad.

Tabla № 1. Investigaciones acerca de la actividad física como tratamiento complementario en las enfermedades de salud mental.

Autor(es)

Año

Nombre de la publicación (original en inglés)

Principales conclusiones (traducidas al español)

Ashdown-Franks, G., Firth, J., Carney, R., Carvalho, A., Hallgren, M., Koyanagi, A., et al.20

22019

Exercise as  Medicine for Mental and Substance: Use Disorders: A Meta‑review of the Benefts for Neuropsychiatric and Cognitive Outcomes

El ejercicio puede ser un tratamiento complementario eficaz para mejorar los síntomas en una amplia gama de trastornos mentales.

Ashdown-Franks, G., sabiston, C., & Stubbs, B. 21

22019

The evidence for physical activity in the management of major mental illnesses: a concise overvieww to inform busy clinicians’ practice and guide policy

La actividad física debe ofrecerse como una parte complementaria del tratamiento central de la salud mental, dado los beneficios potenciales establecidos y adicionales y el bajo riesgo adverso.

Se necesitan ensayos futuros a nivel de población para examinar el uso potencial de la actividad física en aquellos en riesgo de afecciones de salud mental para ver si la actividad física puede prevenir el desarrollo de trastornos mentales.

Bennie, J., Biddle, S., Teychenne, M, & Cocker, K.22

22019

Associations between aerobic and muscle-strengthening exercise with depressive symptom severity among 17,839 U.S. adults

El cumplimiento de las pautas de actividad física aeróbica moderada a vigorosa  y de ejercicios de fortalecimiento muscular se asocia con una probabilidad más baja de informar síntomas depresivos.

Biddle, S., & Vergeer, I.23

22019

Physical activity and mental health in children and adolescents: An updated review of reviews and an analysis of causality

La evidencia más fuerte de una asociación causal parece ser el funcionamiento cognitivo, y hay evidencia parcial de depresión.

Bueno, J., Oviedo, M., & Munguía, D.24

22019

Feasibility and effects of an exercise-based intervention in prison inmates with psychiatric disorders: the PsychoActive project randomized controlled trial

La intervención fue segura, tuvo una alta tasa de abandono y pareció ser efectiva para mejorar la condición física y las medidas antropométricas en los reclusos con trastornos psiquiátricos que asistieron y participaron en las sesiones de ejercicio.

Chekroud, A., & Trugerman, A.25

2019

The Opportunity for Exercise to Improve Population Mental Health

La integración del ejercicio físico en la atención de la salud mental podría mejorar las tasas de recuperación y reducir la carga de enfermedad y también podría permitirnos llegar a más pacientes y eliminar la carga de trabajo de los profesionales de la salud más rápidamente.

Fibbins, H., et al.26

2019

Incorporating Exercise Professionals in Mental Health Settings: An Australian Perspective

La actividad física beneficia a las personas que viven con enfermedades mentales.

Se debe promover el aumento de la provisión de servicios de actividad física en entornos de salud mental.

Firth, J., et al.27

2019

The Lancet Psychiatry Commission: a blueprint for protecting physical health in people with mental illness

Se requieren urgentemente más inversiones, intervenciones e investigaciones para abordar la mortalidad prematura y la carga de por vida de la mala salud física asociada con la enfermedad mental.

Ampliar las intervenciones de estilo de vida a las enfermedades mentales para reducir el riesgo cardiometabólico elevado y atenuar los efectos secundarios de los medicamentos.

Hess, C.J., Karter, J., Cosgrove, L., & Hayden, L.28

2019

Evidence-based practice: a comparison of International Clinical Practice Guidelines and current research on physical activity for mild to moderate depression

Las mayorías de las guías no incluyen la actividad física como una intervención recomendada para la depresión leve a moderada.

Kandola, A., et al.29

2019

The association between cardiorespiratory fitness and the incidence of common mental health disorders: A systematic review and meta-analysis

Existe una asociación longitudinal entre los niveles de fitness cardiorrespiratorio y el riesgo de un trastorno de salud mental común.

Los niveles de fitness cardiorrespiratorio podrían ser útiles para identificar y prevenir trastornos comunes de salud mental a nivel de la población.

Kruisdijk, F., Hopman-Rock, M. Beekman, A., & Hendriksen, I.30

2019

EFFORT-D: results of a randomised controlled trial testing the EFFect of running therapy on depression

Para pacientes hospitalizados y pacientes hospitalizados de día con trastorno depresivo mayor, y aquellos con síntomas depresivos potencialmente más resistentes o con un mayor riesgo cardiovascular, el ejercicio podría prevenir futuros problemas de salud.

Mason, J., & Asmundson, G.31

2019

Exercise anxiety: A qualitative analysis of the barriers, facilitators, and psychological processes underlying exercise participation for people with anxiety-related disorders

Se sugiere que los investigadores y médicos consideren enfocarse en la ansiedad por el ejercicio, quizás mediante intervenciones cognitivo conductuales, para ayudar a las personas con trastornos relacionados con la ansiedad a lograr una adherencia a largo plazo y beneficios relacionados con el ejercicio.

Mazyarkin, Z., Pleg, T., Golani, I., Sharony, L., Kremer, I., & Shamir, A. 32

2019

Health benefits of a physical exercise program for inpatients with mental health; a pilot study

No se encontraron diferencias significativas en el bienestar, el estado de ánimo, la satisfacción y el funcionamiento entre los grupos de ejercicio y el grupo control. Además, la actividad física no mejoró ninguno de los parámetros fisiológicos que se midieron en este estudio.

McKeon, G., Chen, A., & Rosenbaum, S.33

2019

Investigating Exercise for Anxiety and Depression Treatment: A case Report

No hay una receta única para todas las personas diagnosticadas con ansiedad o trastorno depresivo.

Se debe encontrar algo que la gente disfrute.

Melo, M., de Bruin, V., et al.34

2019

Physical activity as prognostic factor for bipolar disorder: An 18-month prospective study

Se sugiere la actividad física como un buen factor pronóstico para el trastorno bipolar durante la eutimia, lo que refuerza la necesidad de fomentar esta práctica en entornos cínicos.

Oftedal, S., & Duncan, M.35

2019

Resistance training in addition to aerobic activity is associated with lower likelihood of depression and anxiety symptoms: A cross sectional analysis of Australian women

Las estrategias de prevención y tratamiento que incluyen tanto actividad física aeróbica como entrenamiento de resistencia pueden proporcionar beneficios adicionales para la depresión con o sin ansiedad comórbida.

Rodríguez, M., et al.36

 

Role of Physical Activity and Sedentary Behavior in the Mental Health of Preschoolers, Children and Adolescents: A Systematic Review and Meta-Analysis

Las intervenciones de actividad física pueden mejorar la salud mental de los adolescentes, pero se necesitan estudios adicionales para confirmar los efectos de la actividad física en los niños. Se sugiere que promover la actividad física y disminuir el comportamiento sedentario podría proteger la salud mental en niños y adolescentes.

Schmitt, A., Reich-Erkelenz, D., Hasan, A. & Falkai, P.37

2019

Aerobic exercise in mental disorders: from basic mechanisms to treatment recommendations

El aumento de la actividad física mediante programas de ejercicio aeróbico puede mejorar el síndrome metabólico y los factores de riesgo cardiovascular en pacientes con trastornos mentales, mejorando así la mortalidad.

Schuch, F.B., & Stubbs, B.38

2019

The Role of Exercise in Preventing and Treating Depression

La actividad física puede conferir protección contra el desarrollo de depresión en niños, adultos y adultos mayores y en todas las personas el ejercicio se puede usar para controlar los síntomas de manera aguda.

Schuch, F.B., Stubbs, B., et al.39

2019

Physical activity protects from incident anxiety: A metaanalysis of prospective cohort studies

La actividad física autoinformada puede conferir protección contra la aparición de ansiedad independientemente de los factores demográficos. En particular, los niveles más altos de actividad física protegen contra la agorafobia y el trastorno de estrés postraumático.

Sun-Young, K., & Young-chul, S.40

2019

Physical activity and the prevention of depression: A cohort study

Se recomienda una cantidad óptima de actividad física para reducir la aparición de síntomas depresivos (1800-3000 METS-min/semana).

Mantener un nivel apropiado de actividad física durante un año resultó beneficioso para disminuir los síntomas depresivos incidentes.

Tomasi, D., Gates, S., & Reyns, E.41

2019

Positive Patient Response to a Structured Exercise Program Delivered in Inpatient Psychiatry

El ejercicio físico puede ser una forma útil de reducir los trastornos de salud mental en el contexto de la psiquiatría de pacientes hospitalizados al enfocarse en la ansiedad, la depresión, la ira, la agitación psicomotora y la tensión muscular y abordar los factores estresantes y desencadenantes y desarrollar un sentido más equilibrado e integrado de uno mismo.

Vancampfort, D., Hallgren, M., et al.42

2019

Functional exercise capacity in inpatients with alcohol use disorder versus healthy controls: a pilot study

Las intervenciones de ejercicio deben investigarse para evaluar si pueden mejorar la fuerza muscular y el funcionamiento de la vida diaria de esta población vulnerable.

Williams, J., Stubbs, B., Richardson, S., Flower, C., Barr-Hamilton, L., Grey, B., et al.43

2019

‘Walk this way’: results from a pilot randomised controlled trial of a health coaching intervention to reduce sedentary behaviour and increase physical activity in people with serious mental illness

Hubo una reducción del comportamiento sedentario en el grupo de intervención que se mantuvo después de 6 meses, lo que sugiere la intervención puede ser efectiva.

Discusión

La evidencia que se refiere al ejercicio en el tratamiento adyuvante de las enfermedades de salud mental, sugiere que de manera regular es una solución viable y efectiva, pero, sin embargo, es infrautilizada. Por esta razón los investigadores concuerdan que es imprescindible reconsiderar el ejercicio físico como una alternativa por todos los beneficios que trae consigo para las personas con diagnósticos psiquiátricos, dado que sus efectos son más fuertes sobre ellas que sobre las personas sin trastornos mentales, en las cuales de por sí ya son importantes44.

Respecto a las intervenciones en esta población tan compleja, la evidencia indica que han de ser multifacéticas debido a que, a los pacientes que se les administran medicamentos antipsicóticos tienen sobrepeso u obesidad45, lo que hace que deban realizar ejercicio físico ya que los riesgos y efectos secundarios de estos medicamentos y la polifarmacia justifican la necesidad de explorar enfoques de tratamiento más seguros, como el ejercicio46. Algunos autores describen que las intervenciones de ejercicio físico para la recuperación de los trastornos mentales resultan eficaces en los trastornos de depresión y ansiedad47, además demuestran ser una estrategia segura, de bajo costo y bien aceptada porque reduce la sintomatología, mejora la cognición y la calidad de vida48. Considerando todos los aspectos antes mencionados, se espera que estos programas conduzcan a cambios positivos en el comportamiento de la actividad física por su efectividad49.

Asimismo, la relación del ejercicio físico con la salud mental incluye la mejora del estado de ánimo al incrementar la circulación sanguínea cerebral, junto con esto ejerce influencia en el eje hipotálamo-hipofiso-adrenal y, a través de este, sobre la respuesta fisiológica al estrés44. Junto con esto, la actividad física y/o los programas de ejercicio permiten beneficiar el bienestar emocional, mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de depresión y ansiedad, así lo demuestra un estudio en pacientes con depresión grave que se sometieron a la intervención de ejercicio aeróbico los cuales experimentaron mejoras significativas en comparación con aquellos participantes que sólo recibieron tratamiento psicotrópico50.

Adicionalmente, el ejercicio puede contrarrestar el estado de ánimo negativo, al mejorar la autoestima y la función cognitiva44. También, se ha demostrado que el ejercicio mejora constantemente el estado de ánimo incluso después de una sola sesión de ejercicio48. En efecto, la actividad física y el ejercicio se han asociado constantemente a un estado de ánimo y afecto positivos51; aunque no existe una receta única para todas las personas diagnosticadas con ansiedad o trastorno depresivo, sino que se debe encontrar algo que la gente realmente disfrute33.

Las fortalezas de este estudio, son principalmente que, 1) permite generar un impacto en la cultura de los servicios de salud mental orientada a  un cambio positivo en el comportamiento de los funcionarios, quienes pueden desempeñar un rol importante que los transforme en un modelo saludable a seguir por sus pacientes, ya que, las ventajas de prescribir la actividad física como intervención para las enfermedades mentales, serán reconocidas y comprendidas por los profesionales de la salud, brindando un mayor valor del ejercicio físico para el abordaje terapéutico, 2) lo que se puede extender más allá del entorno clínico por sus beneficios económicos.   Aunque, si bien los hallazgos recientes confirman el efecto positivo del ejercicio en adultos con enfermedades mentales, como la esquizofrenia y la depresión, no existen pautas claras con respecto a los consejos sobre el ejercicio para personas con trastornos mentales, y la importancia del ejercicio no es adecuadamente entendida o apreciada por los pacientes y profesionales de la salud mental por igual32. Igualmente, la principal limitación es que los argumentos que aquí se plantean, sean validados y adoptados por quienes asumen la tarea de diseñar y prescribir tratamientos que no solamente incluyan psicofármacos y psicoterapia, sino que también pautas de ejercicio físico.

En tanto, se concluye con base al objetivo de la revisión y en respuesta a las interrogantes planteadas en cuanto a la prevención que, los niveles de fitness cardiorrespiratorio podrían ser útiles para identificar y prevenir trastornos comunes de salud mental a nivel de la población29. Acerca de las intervenciones de actividad física, estas pueden mejorar la salud mental de los adolescentes, pero se necesitan estudios adicionales para confirmar los efectos de la actividad física en los niños36. Para pacientes hospitalizados y pacientes hospitalizados de día con trastorno depresivo mayor, y aquellos con síntomas depresivos potencialmente más resistentes o con un mayor riesgo cardiovascular, el ejercicio podría prevenir futuros problemas de salud30. Sobre las preguntas en cuanto al tratamiento, se concluye que, la actividad física puede conferir protección contra el desarrollo de depresión en niños, adultos y adultos mayores, y en todas las personas el ejercicio se puede usar para controlar los síntomas de manera aguda38.

También, se sugiere la actividad física como un buen factor pronóstico para el trastorno bipolar durante la eutimia, lo que refuerza la necesidad de fomentar esta práctica en entornos clínicos34. Y, por último, el ejercicio físico puede ser una forma útil de reducir los trastornos de salud mental, en el contexto de la psiquiatría de pacientes hospitalizados, al enfocarse en la ansiedad, la depresión, la ira, la agitación psicomotora, y la tensión muscular y abordar los factores estresantes y desencadenantes, y desarrollar un sentido más equilibrado e integrado de uno mismo41. Además, el aumento de la actividad física mediante programas de ejercicio aeróbico puede mejorar el síndrome metabólico y los factores de riesgo cardiovascular en pacientes con trastornos mentales, mejorando así la mortalidad37.

Para finalizar, se recomienda una cantidad óptima de actividad física para reducir la aparición de síntomas depresivos y que es entre 1800 a 3000 (METS-min/semana), ya que mantener un nivel apropiado de actividad física durante un año resultó beneficioso y disminuyó los síntomas de depresión incidental40.

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Conflicto de Intereses: El autor declara que no hay conflicto de intereses.

Financiamiento: propio.

2020,7(1):865 - 878
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